sábado, 19 de julio de 2008

Desde Las Tinieblas...

Todo le pertenecia. Aquello me hizo retener el alieno en espera de que la barbarie estallara en una prodigiosa carcajada que llegara a sacudir hasta las estrellas. Todo le pertenecia... pero aquello no significaba nada. Lo importante era saber a quien pertenecia él, cuantos poderes de las tinieblas lo reclamaban como suyo. Aquella reflexion producia escalofrios. Era imposible, y ademas a nadie beneficiaria, tratar de imaginarlo. Habia ocupado un alto sitial entre los demonios de la tierra... lo digo literalmente. Nunca lo entendereis.
¿Como podriais entenderlo, teniendo como tenéis los pies sobre un pavimento sólido, rodeados de vecinos amables (...) viviendo bajo el santo terror del escandalo, la horca y los manicomios?
¿Como poder imaginar entonces a que determinada region de los primeros siglos pueden conducir los pies de un hombre libre en el camino de la soledad, de la soledad extrema donde no existe policia, el camino del silencio, el silencio extremo donde jamas se oye la advertencia de un vecino generoso que se hace eco de la opinion publica?
Por supuesto puede uno ser demasiado estupido para desviarse... demasiado obtuso para comprender que lo han asaltado los poderes de las tinieblas.