Al abrir los ojos alcanzo a notar como la luz de un atardecer se pierde entre las grietas de una ventana tapeada, afuera pareciera una zona de siembra abandonada, todo me da vueltas al intentar levantarme y me quedo sentada en la cama, esta todo limpio y bien acomodado, sobre la mesa unas flores recien cortadas... No recuerdo como llegue aqui, pero tampoco recuerdo en donde deberia de estar...
... Donde es que me encuentro?... Me duele la cabeza! logro controlarme para no desfallecer y el perfume de aquellas flores me hace sentir comoda, cierro los ojos y algunas imagenes de un campo vienen a mi, vuelvo a observar el lugar y trato de recordar algo familiar pero nada, solo las hermosas flores azules que me dejaron sumergida en mis ideas, no lograba recordar que habia pasado, tenia un vendaje en la cabeza y otro en el pie izquierdo, realmente no supe que hacer asi que solo me quede esperando que alguien apareciera... Solo que, nadie aparecio... Tengo tanta sed!! comence a tener mucha ansiedad tenia que conseguir algo y me levante como pude a buscar en aquella pequeña casa pero fue inutil todo se encontraba extrañamente vacio incluso de cualquier provision de consumo humano, lo cual era realmente extraño, comence a dudar que alguien viviera alli e incluso comence a dudar que alguien me hubiese llevado alli, acaso llegue por mi propio pie? y entonces fue que escuche claramente el balar de unas ovejas, la puerta se encontraba abierta sin pensarlo sali a su encuentro y me alimente de una de ellas, una vez saciada mi sed aun me sentia debil pero mis sentidos se agudizaban en aquella penumbra y no lograba distinguir nada mas, ni un solo trinar de pajaros, aquellos parajes se encontraban completamente desolados y hasta entonces lo note... Quedaban aun varias ovejas mas, todas atadas, quisiera decir que aquello era extraño... pero aun asi no tenia razones para moverme de aquel lugar, contemplaba aquella luna menguante en el firmamento y la nostalgia me invadio, preferi regresar al interior, cerre la puerta y para mi sorpresa tallada sobre su madera vieja decia:
- Ella vió un grupo de flores azules meciéndose en las aguas, y pidió a su amante que las recogiera. Al intentar llegar a elllas, el caballero se resvaló y cayó al rio. La pesada armadura impidío que pudiera nadar y comenzó a hundirse en el agua pero antes arrojó las flores azules a su amada diciendo "No me olvides" -
Me acerque sin pensarlo a las flores sobre la mesa, tome una y la puse entre mis dedos, cerre mis ojos y algunas imagenes de un pueblo junto al mar, la figura difusa de un caballero en mi puerta siempre sosteniendo un ramo de flores azules para la despedida, una voz profunda que me decia:
"Siempre Volvere a Ti, No me olvides"
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